Dos visiones sobre Toledo
Los historiadores han juzgado de diversas formas la intervención política
de Toledo. Para unos estos sujetos representa al gran tirano del mundo
aborigen, pues ordeno ejecutar sin ningún miramiento al inca de vilcabamba,
impuso el oprobioso régimen de la mita, desarraigó a las tribus de sus pueblos ancestrales
y dictó otras medidas violentas.
Según la concepción intelectual de otros, el mismo personaje representa el
“supremo organizador “del virreinato, pues desarrolló una eficiente labor
ordenadora y aplacó los brotes subversivos.
Ambas ópticas son parcialmente certeras en su examen del problema, pero lo
que no debe perderse de vista es que la administración toledana siguió
finalmente las indicaciones emitidas en
Madrid, que apuntaban a implantar un firme dominio del estado castellano sobre
las pretensiones de los grupos de poder coloniales.
La mita minera
A diferencia de la mita del Tahuantinsuyo, que consistía en un trabajo por
turnos regulado por relaciones de reciprocidad y redistribución, la mita
toledana era una contribución forzada al estado colonial, que no tenía, más
allá de un ínfimo salario, ninguna obligación hacia los mitayos. Toledo
estableció que 16 provincias cercanas a Potosí enviarán uno de cada siete
hombres entre los 18 y 50 años para trabajar en las minas.
Así, cada año cerca de 13500 mitayos eran trasladados hasta el centro
minero acompañados por sus familias y dirigidos por su curaca, que recibía el
titulo de capitán de la mita.
El
descubrimiento de Potosí
Había venido un indio Gualca en demanda en demanda de un carnero, que vio
había salido del Porco, le dio al alcance a las 7 de la noche sobre el rico
cerro: atólo, y quedóse allí, encendiendo fuego para anticiparse del frio; y
amanecido vio que, derretido el poderoso metal en el fuego había corrido en hilos
de Plata.
Ese mismo año, por el mes de abril, había el indio Gualca ocultado la
riqueza hasta entonces, riñendo con otro indio llamado Guanca, este manifestó
al capitán Don Juan de Villareal haber
descubierto Gualca el gran Potosí; llevo Guanca
a su señor Villareal al cerro y fue el primer español que vio la rica
plata, y el que primero se estacó; aunándose después con el capitán Diego
Centeno, y comenzaron a labrar esa monstruosa y rica veta.
El objetivo de
las reducciones
Para los españoles del siglo XVI, los conceptos de “vivir en poblados” y
“orden” eran condiciones necesarias para lograr una forma de vida civilizada,
en policía. En este sentido la provisión con las normas para las reducciones de
los indios reitera instrucciones a los visitadores que hagan hacer la reducción
de los naturales a pueblos para que vivan congregados y en policía y que puedan
ser enseñados e industriados en las cosas de nuestra santa fe católica que por
estar divididos y apartados no se podía hacer estos como era justo se hiciese y
ha sido causa para estarse muchos de ellos en el engaño que estaban acerca de
sus vicios y borracheras antiguas.
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